Son como niños en un mundo donde los problemas de los adultos los abruman y es porque no saben cómo se rigen las esferas de las que todos provienen. Es como una canción popular que cantaban los niños viejos, dictada del mundo reciente que dejaron antes de nacer: «Venimos a este mundo a dormir, venimos a soñar porque no es verdad, no es verdad, que venimos vivir la realidad.” El karma pendiente que traen con su familia del alma es como el papel aprendido que algunos actores hipotéticos traerían a una obra, jugarían un papel diferente cada vez que se estrena la misma obra para aprender de sus propias características el diferentes roles que otorga su carácter en cada experiencia desarrollada. Así funciona a partir de los patrones que ustedes mismos han elegido adoptar en un plano donde la energía reemplaza a la materia, donde el alma reemplaza al espíritu, donde los egos emocionales no tienen cabida ni significado práctico. .Tu karma es una asignatura pendiente que debes intentar mejorar segundo a segundo, día a día, año a año año, así ut a lo largo de su vida, para que alguien rompa la cadena del ciclo repetitivo para que otro teatro funcione. No tienes que buscar excusas en los demás, mira dentro de ti mismo y trata de poner un freno y un orden en tu propio mundo interior, de ahí llegas a la sabiduría de saber ser y estar al mismo tiempo. Tu Dios viviente solo se puede encontrar donde menos quieres mirar, justo donde más te resistes a mirar. Canalizado por Fernando Calvo SOLICITA UNA LECTURA DE DOCUMENTOS AKASHICOS Lectura de DOCUMENTOS AKASHICOS ONLINE ¿QUIERES APRENDER DOCUMENTOS AKASHICOS? del péndulo hebreo está diseñado de tal manera que desde la teoría hasta la práctica, podamos recrear, expresar y experimentar por nosotros mismos todos los aspectos considerados prioritarios.
¿Qué EFECTOS provoca en tu organismo?
Aumento del riesgo de cáncer. Enfermedades cardiovasculares. Disfunciones del sistema endocrino: Diabetes, tiroides… Trastornos intestinales y gástricos. Inmunosupresión, sistema inmunológico débil. Dolores musculares y contracturas. Dolores de cabeza, dolores de cabeza, migrañas. Síndrome de fatiga crónica. Obesidad o pérdida de peso. Problemas de memoria y concentración. Ansiedad o depresión. Insomnio. Cambios de humor.